domingo, 27 de enero de 2013

Reflexion

Un conocido orador inició su seminario sosteniendo un billete de $20.00. En la sala de 200 personas, preguntó, ¿"A quien le gustaría este billete de 20 dólares? Las manos comenzaron a subir. Él dijo: "Voy a dar estos $20 a uno de ustedes, pero en primer lugar, permítanme hacer esto". Procedió a arrugar el billete de $20 dólares. Luego preguntó "quien aún lo quiere?" Todavía las manos estaban arriba en el aire. "Bien", respondió, "¿Qué pasa si hago esto?" Y él lo tiro en el suelo y comenzó a pisotearlo con su zapato. Recogió el billete, ahora arrugado y sucio y preguntó "Ahora, quien quiere este billete todavía?" Las manos continuaban arriba en el aire. "Mis amigos, todos hemos aprendido una lección muy valiosa. No importa lo que haga con el billete, usted todavía lo quiere, porque nunca disminuyó en valor. Todavía valía $20. Muchas veces en nuestras vidas, estamos caídos, arrugados y en la suciedad, por las decisiones que tomamos y las circunstancias que se nos presentan. Nos sentimos como si no tuviéramos valor. Pero no importa lo que haya pasado o qué va a pasar, nunca perderemos el valor. Sucio, limpio, arrugado o finamente planchado, no dejamos de perder el valor para aquellos que NOS AMAN. El valor de nuestra vida llega, no en lo que hacemos o que sabemos, sino por quiénes somos. Eres especial, NUNCA LO OLVIDES. Si no envías esto a alguien, nunca sabrás las vidas que toque, a los corazones que en dolor le hable o la esperanza que pueda traer a alguien. Cuenta tus Bendiciones, no tus problemas. Que Dios te Bendiga

No hay comentarios:

Publicar un comentario